Los préstamos rápidos son un producto financiero ideado por empresas de capital privado, como alternativa a los créditos convencionales que otorgan los bancos y otras entidades financieras reguladas y controladas por la inversión bancaria o pública, su concepto se basa en la inmediatez con la que otorgan el dinero al solicitante, pudiendo tratarse de un trámite de pocas horas, sobre todo con la ayuda de las nuevas tecnologías, que permiten que las solicitudes se hagan en línea y todo el proceso posterior igualmente a través de Internet.
Sin embargo, como todas las cosas que tienen beneficios, también tienen sus desventajas, al tratarse de un producto fácil de obtener y con apenas requisitos, los intereses suelen ser más elevados que los de un crédito ordinario y las exigencias de pago más estrictas, por lo que, debes tener mucho cuidado al momento de solicitar un préstamo online.
No quiere decir que estos productos no son de fiar, de hecho, se consideran indispensables para muchas personas que tienen emergencias económicas y necesitan liquidez inmediata para solventar una situación particular, son una buena alternativa para situaciones puntuales.
¿Qué debes analizar antes de hacer tu solicitud?
1.- Bajo qué situación pides el préstamo: no se deben plantearse a la ligera solo porque son fáciles de obtener, si no se trata de una emergencia o una situación en la que necesites el dinero en poco tiempo plantéate otra opción.
2.- Capacidad de pago: la mayoría de estas páginas tienen opciones para simular los préstamos y así poder estimar cuánto tendrás que cancelar y cada cuanto tiempo, procura siempre tener la capacidad económica para ser responsable del pago de las cuotas.
3.- Necesitas el dinero para pagar otras deudas: si estas moroso en alguna lista nacional, es probable que ningún banco te de un crédito, estas instituciones suelen otorgar préstamos con ASNEF, pero ten en cuenta que serán más exigentes, nunca es recomendable endeudarse para pagar otra deuda, deja ésta como la última opción.