Desde que el hombre descubrió el fuego hasta ahora, el ambiente y también el artefacto utilizado para preparar los alimentos ha sufrido muchísimas modificaciones. Ambas cosas son llamadas en ciertas regiones, por el mismo nombre. Unas cocinas Santos Alicante son actualmente áreas sumamente agradables y acogedoras, donde podemos pasar tiempo, no solo comiendo, sino conversando con la familia o los amigos más queridos.
El fogón usado por siglos en todas partes del mundo era algo tan simple como tres piedras para montar las ollas encima y ramas secas encendidas debajo. Posteriormente se idearon estufas de piedra alimentadas con carbón o leña. Se implementaban en el exterior o adentro de la casa. Esto último traía aparejados dos problemas: ocupaban mucho lugar y el humo lo impregnaba todo.
En el siglo XVIII Benjamín Franklin mejoró la estufa con puertas utilizando el hierro, con el consiguiente ahorro de combustible. Poco a poco disminuyeron de tamaño, pero como seguían alimentándose con leña, cuando esta escaseó, se avanzó al uso del gas. Sin embargo, su aceptación no fue sencilla porque la gente temía a las explosiones. Después de varios años finalmente caló en el público, lo que llevó a su suministro masivo, ya sea directo o por bombonas.
A principios del siglo pasado las cocinas se comenzaron a esmaltar, facilitando la limpieza. Desde 1922 tienen encendedores automáticos y progresivamente se les han ido reduciendo sus dimensiones. Incluir un horno en la parte inferior fue un avance posterior.
Nuevos materiales y tecnología se han incorporado a la manufactura de las estufas. Aparecieron el maravilloso acero inoxidable, el níquel y el cromo, los reguladores de presión, iluminación y vidrio para los hornos, y sistemas mejorados de convección y de auto limpieza.
En los años 1900 además se inventó la cocina eléctrica, haciendo de la cocción un proceso más seguro. La arcilla refractaria reemplazó al hierro consiguiéndose la primera versión eléctrica portátil de una sola hornilla.
Hoy en día existen modelos de plancha entera y hornillas invisibles donde todo el espacio, con menos riesgos, es aprovechado de manera óptima. El acondicionamiento del lugar per se, desde las alacenas de madera hasta los espectaculares gabinetes actuales fue también un desarrollo gradual del que podemos hablar en otro momento.